“...escribe, escribe, escribe...” me dice, y yo le muestro mi cuaderno inmaculado y blanco en el que se esconden arañas negras y rojas; mi cuaderno blanco, en donde se anuncia un silencio que todo lo dice, en el que se pronuncia una noche de ojos transparentes... “escribe, escribe...” y yo escribo la ausencia negra y roja, la combinación de mis dos lenguas...
La perfecta conjugación de nuestras dos lenguas dan a parir, luego del silencio!
ResponderEliminarGenial, dice todo, lo que somos, lo que nos pasa, solo en el blanco inmaculado de nuestro cuaderno.
Un abrazo
Magah
Me gustaría perderme una de tantas eternidades en ese cuaderno tuyo. Se me antoja delicioso.
ResponderEliminarSaludos desde el ocaso...