Me voy desnudando
en todos los amores
que gano y pierdo
con la facilidad de un
ludópata bohemio.
Aprendo a desexorcizarme
el corazón
con palabras autómatas
que se forman
de miel y barro,
amor y desamor.
Palabras que me escriben
anocheciendo
en la fatiga del recuerdo
y en la humedad del otoño;
humana muriendo y renaciendo
entre las piernas del lenguaje
y la sangre del poema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario