martes, 22 de julio de 2014

CORAZÓN DE MANDRÁGORA

-CORAZÓN DE MANDRÁGORA-

Me habita el silencio como todas tus sombras:
la carne (mi carne)
hecha sexo y poema para los buitres,
lobos y malos amantes.

Cuando intento hablar de mi cada molécula de aire 
exhala tu perfume de tierra mojada y amapola.
Me habita tu hechizo, la mítica de un reloj desajustado,
todo el tiempo mecido entre tus manos.
Mi alma vuelta sed y pájaro.

Quisiera estar a tus pies para besarlos mil veces
y beber de ellos el verdadero sabor de la tristeza,
la moribunda ansía del deseo.
Estoy ajustada a tu piel y hecha a la medida de tus sueños.

A veces, me habita tu caricia y se me abre el pecho
con una sola mirada tuya.
Se me hace miel la sangre y transparente la piel
para que veas mi única pulsión:
una mandrágora febril y violácea,
silenciosa flor dispuesta a hablar siempre de ti.

Tú le das sentido a toda esa existencia
de nombres mal dichos, a la carne envenenada de mi cuerpo
con la que te poseo y habito.

Tú le das sentido a todas las miradas
con las que pueda dibujarte e invocarte
para que descubras con los ojos bien cerrados

la piel de mi misma, mi corazón de mandrágora.

domingo, 27 de abril de 2014

Ahora

Ahora que la vida se resume en algunos caracteres y decir te amo resulta fácil. Ahora que muerdo el silencio de madrugada, que ya es primavera y florece la vida y las frutas son más dulces y sabrosas. Ahora que eres luz y caricia tibia, que eres un nuevo amor, te estoy llamando amor, a ti.
Ahora que la vida me susurra al oído cientos de veces, que la siento en mi vientre en forma de hambre, desesperación y muerte; que reclama su espacio en el dolor que me causaste, que me ahoga y me desangra, que se enajena dentro de mi cuerpo y te odia y te ama a las seis quince de la mañana.
Ahora que la vida es un suspiro viajando desde las sienes hasta el alma, ahora que quiere gritarte la vida es ahora y que ya no existe el mañana y el ayer es un defectuoso nudo transfigurado en la palabra. Ahora que no sé de mi misma y descubro mi alma milenaria, que los sueños me hablan, que me administro flores para que crezcan en mi pecho amapolas verdes en lugar de rencores.
Ahora que ya no te espero, te estoy llamando a ti, amor, te estoy llamando. Sin tu nombre, sin tu figura recortada por el viento; con tu mascara blanca, libre de gesto, sin sometimiento a la mirada o al verbo. Te estoy llamando, ven, puedes mirarme una vez más.


miércoles, 17 de julio de 2013

MI MIEDO



La luna golpea la ventana.
Se han ido los demás, la casa huele a fiesta,
a risas, a cigarrillo apagado.
Me quedo entre las páginas de un libro.
Releo los poemas, los repaso en mi memoria.
Luego pienso en "cold in hand blues":

"Tengo miedo de volver a escribir
¿Por qué?
Hubiera preferido el silencio
unido al gesto.
¿Y qué es lo que vas a decir?
Necesito de ese lenguaje
que creaste para mis sentidos:
Mis oídos lo escucha.
Mi lengua lo balbucea.
Mi mano lo reescribe.
El alma lo reclama.
¿Y qué es lo que vas a hacer?
No tengo dónde ocultarme.
Tengo miedo.
¿Por qué?
No dirás nada."

Vienes con la luna, eres el viento
que golpea las paredes de mi pecho.
"No consigo olvidarte..."
Tengo miedo de escribir y escribo lo que más temo.

domingo, 30 de junio de 2013

Feliz Sábado

Hoy voy hasta ti para reencontrarme en tu mirada.  Feliz sábado de luz y blanca cordillera.  Voy hasta ti, para que me mires en mis gestos, en mis odios y en mi constante lucha. Para que deslumbres mi cansancio de viernes y deshagas con tus manos el rizado de mis penas. Voy hasta ti porque contigo la vida es más justa y para que el silencio que hoy plasmamos en nuestras sonrisas sea el grito que nos encauce mañana (no aguanto ni un minuto más sin decirte que te quiero). Sigue mirándome con tus ojos de amor que me colman el alma; no nos quedan minutos para esperar este amor de después de lluvia y bruma. Voy hasta ti y en cada paso el minuto se hace más largo, pero no eterno... Feliz sábado.

sábado, 1 de junio de 2013

Crecen amapolas en mi pecho

Terca, dolorosa, vestida con adioses
me rindo ante  este junio azulado,
mientras, se tiñe esta noche de melodías de antaño.

No sé qué se está gestando en mi pecho,
se revuelve dentro, choca con la vida,
me recuerda que estoy perdiendo.

Primero de junio, vivaz, azulado
al son de este sol de invierno
rugen  las calles como en mi garganta
ruge este “te quiero, te quiero, te quiero” inmenso,
calor de hoguera, color de incendio.

En el centro de mi pecho arde todo,
excepto la  sombra en que me amparo
para no apagar el fuego, no quiero que se extinga
en mi garganta este grito, salvajismo de mi sentir y amar.

Corre el viento, diez treinta de esta noche
en que muero y vivo, vivo y escribo y muero.

Me visto de adioses, al  igual que junio
me voy despidiendo de este otoño
que habita en mi regazo.

Crecen amapolas en mi pecho.
No alcanzan los verbos para expresar
todas las formas en que te amo.

Crecen amapolas en mi pecho.Te las regalo, abrázalas fuerte. 
Y que sea eterno

martes, 28 de mayo de 2013

Me voy desnudando

Me voy desnudando
en todos los amores
que gano y  pierdo
con la facilidad de un
ludópata bohemio.
Aprendo a desexorcizarme
el corazón
con palabras autómatas
que se forman
de  miel y barro,
amor y desamor.
Palabras que me escriben
anocheciendo
en la fatiga del recuerdo
y en la humedad del otoño;
humana muriendo y renaciendo
entre las piernas del lenguaje
y la sangre del poema.


miércoles, 15 de mayo de 2013


Inventé un color para decir tu nombre en secreto.
Te quería invitar a dibujarnos en un mar de ese color
para adentrarnos en él… y perdernos, tal vez,
por un segundo o toda la eternidad.
Te aguardaba sentada en la estación
con el pelo suelto y los pies fríos.
Pero hoy no llegaste.
Quería dormir entrelazada a tus piernas,
o a tus dedos o a tu aliento. 
Te esperé un milenio antes, también,
hasta petrificarme la sangre
y en la historia de nuestro tiempo.
Me pinto la piel con tus colores anochecidos
que me llegan hasta el alma, como el silencio que ahora  profeso
escondida tras un cuarto de luna menguante
para no espantarte la sombra ni tus tardes. 
Inventemos, ¿te parece?,
un color para pulverizarnos
las miradas, los gestos y  las palabras.
Si encuentras esa luz en tu camino
ven,  en silencio, a buscarme a la estación,
pulvericemos en un abrazo también nuestros cuerpos
para hacernos el amor en un vuelo a años luz de distancia
hasta lograr el mejor encuentro.
Yo soy la hoja movida por el viento de tus pasos.
Yo viajo movida por el viento de tus pasos…





domingo, 12 de mayo de 2013

Mayo y su otoño


Amanece al fin. Con una cuota de regocijo, mis ojos recorren los espacios que va develando la luz. La espesa blancura invade  escondites y tímidamente se hace cálida en mi pecho y en mi cuerpo. La calle emite sus primeros murmullos;  el mundo ha despertado y con él, los sueños se diluyen  en la memoria del olvido.
Ciertamente ha llegado el Otoño. Hay un tono grisáceo en las expresiones de las personas y en las cosas, pero a mí me gusta que el viento juegue con mi pelo y que, antojadizo, se cuele por esos pequeños escondrijos que separan el exterior del interior. El otoño trae a mí, en forma inevitable, esa sensación de pérdida y renovación. Perfecta alineación del Universo que  sé, me hace ser quien he sido hasta ahora. Me observo, en aparente silencio, y me pregunto muchas veces quién seré. Busco dentro de mi misma y me encuentro sin miedo a mi sombra y a lo que refleja el espejo.
Soy.
Sólo un momento, ése íntimo y apresurado. Pecho cálido y desnudo, amante y sosegado. Simplemente una mujer en su fragilidad más pura y femineidad absoluta;  también, fortaleza resquebrajada, pero latente, siempre presente.
El otoño pierde color y hojas que  barre con el viento. Deja que se lleven su hermosura, naturalmente, sin prejuicios ni reclamos. El otoño es una lección que aprender. Una lección de humildad, sosiego y esperanza. Porque vendrán días más coloridos, sólo se debe esperar y con paciencia infinita, mirarnos hacia dentro y dejar que todo estalle, se nuble y hasta desaparezca para transformarse en una  renovada belleza.
Mayo es así y lo dejo ser en mi corazón y sentidos. Vivo su otoño y espero otro, otros que vendrán, estoy segura, seguidos de alegres primaveras y ardientes veranos. Mientras tanto,  me arropo con un abrigo y caliento mis manos con un cálido té. Dejo que la Luz espese todo, tanto, que pueda tocar con mis dedos las palabras que quedaron flotando en el aire y que juego a atrapar, para seguir inventándome y recobrar con ellas los paraísos perdidos de mi historia. 

sábado, 13 de abril de 2013


Amor en el silencio y en la lujuria.
Amor de a pedacitos, separado de si mismo y en Unidad con el mundo.
Amor, simplemente, sonriente y turbulento; luz y sombra de mis nombres.
Amor con mayúscula, repetidas veces y todas las veces en que demos vuelta a la rueda.
Si no estaba escrito, Amor también,
que desde hoy comenzamos a esculpir un nuevo destino
sin conciencia de tiempo ni vericuetos.
Amor, todavía más, en la hora plural de nuestras pausas,
cuando cerrados están los labios
y los ojos bien abiertos para comernos en silencio.

(porque Amarte es mirada y silencio)

Amor: Callemos.

domingo, 10 de marzo de 2013

Y tú no querías irte

Te ví te ví
el pelo recogido
el rostro sonriente
las arrugas emergentes
las manos amorosas
que nunca volvieron a  tocarme.
Pero te ví
y tú no querías irte
lo sé
porque aprendí
a leer en tu mirada
un fuego
un resplandor
de felicidad al verme.
Pero te fuiste
y yo te ví
a pesar de la lluvia
partiendo a no sé dónde
dejándome detrás de la reja enmarañada
pidiéndote con el alma que te quedaras.
Pero te fuiste
y yo desperté sollozando
o quizás
llorando
aferrando contra mi pecho
ese último encuentro.
Ahora busco por la casa
algún recuerdo
algo que me diga
así era sentía amaba
porque ya no me acuerdo
porque ya no te sueño
porque te fuiste
y tú  no querías irte.

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