viernes, 30 de enero de 2009

Nocturna



Como en los labios de la noche,
la voz se despierta al llamado
del cuerpo,
infalible campana que resuena
en tu sangre al compás de ese tiempo furtivo
que se va, se va.
La guerra, que fue la locura en mi boca,
hoy no tiene piedad.
Me llena los espacios,
las caricias que suceden,
las que se fueron y
las que, algún día, volverán.

Abismos abiertos a las caprichos del deseo.

Palabras
Risas
Disfraz.

Luego de la noche,
todo es madrugada,
todo es latir,
palpitar,
vibraciones celestiales
que nos completan,
que llenan las circunsferencias
de nuestra tan símil soledad.

(No hay palabras que describan
lo que lamió tu ausencia)

Niña, mujer, anciana y poeta,
todas, memorias de ti...
Memorias, regalo divino
y fin de un camino
sin llamados nocturnos,
sin la lluvia de invierno,
sin ...
sin...
sin...
pero contigo,
contigo, al fin.

(y algunas cosas sueltas
imprescindibles para la luz:)


Tu abrazo

Tu aliento

Un beso quizás robado.






Mariposa posada en flor.

Tú.

martes, 27 de enero de 2009








El golpe de la noche
escarba en las heridas del pasado.
Me acoplo entonces a tu leve recuerdo:
Un papel entintado,
un aroma perdido
en las fauces del tiempo.
Breve e inverosimil,
mi pensamiento
añora la ocasión perdida
de nuestro fallido encuentro.
Surge entonces la necesidad,
la profunda entrega de lo desconocido
en la noche cómplice
de las palabras calladas.
Decir la vida o la muerte
- la verdad-
ya no cuesta mas que
un respiro milimetrado:
Me hace falta
recibir tus besos,
como si alguna vez
me los hubieses dado.


Imagen:Internet

lunes, 26 de enero de 2009








Crueldad de pájaros
Nostalgia de alas
Enemigo viento
Inasible vuelo


Imagen: Internet

viernes, 23 de enero de 2009





Desconocidos que rondan
sedientos por la noche de las palabras,
versos afilados por la desesperanza,
antipoesía de la críptica actual.
Desconocidos,
seguimos con la misma fatiga,
agonía,
crueldad
de comernos las palabras
y continuar con la misma hambruna.


Imagen: Internet

domingo, 18 de enero de 2009

Noches lobas






Lo espero indolente, diciendo una única plegaria, secretísima esfera que se redondea y agiganta en mis manos de infanta florecida, coronada y desnuda ante sus ojos hambrientos de lunas llenas sin menguantes. Lo espero y llega, aúlla, se instala en mi cuerpo, rodean sus colmillos mi cuello, sus garras se apoderan de cualquier voluntad de sobreviviente, me lanza su mirada salvaje y me deja solitaria en medio de los sonidos del amor, entre las humedades y jadeos de la pasión impedida. Deja en mi cuerpo la huella del descalabro; como un huracán devastador, arrasa con mis flores, deshace las coronas y se cuelga a mi plegaria para que vuelva nuevamente a la noche, a los misterios bosquecinos de su mirada, al placer de su cacería, de saberme deseada.



Yo, presa indomable, me entrego a la noche regurgitada, lo espero como se espera a la muerte, recojo flores del césped, me corono de inocente y comienzo otra vez mi plegaria de niña florecida y cosechada, de luna sin menguantes, llena, llenísima de su aliento salvaje en mi espalda.



Imagen: Personal

sábado, 17 de enero de 2009

La nudessa del meu peu








No va ser una ofrena el teu petò.
No tens mes proves de que escrius des de adins,
per què escrius com si estigueres somniant o volant
I a mi m´agrada esa simplessa, esa simplesssa tan teva.

Volies arribar des de una cosa sensual
com el meu monyo,
fins que necessites el meu somriure,
encara que et falte la meva mirada
que també somriu i parla.
Però...
son tan grissos els núvols
que si no somrisc en tu estant en tu
no importaria.
No t´esclavitzes
sempre em falta alguna cosa,
sempre sóc part d´un breu moment
com si les pissades en l´arena o el vent
què alguna volta et va refrescar l´ esquena.

Quan vulga que sigues el que no eres,
t´ho dire... i encara així, sé que no obtindré res.
E´s la teva condena ser qui eres.
Com la veritat.
Com les nostres pròpies veritats.
Com la veritat de la cordillera...
La cordillera què, alguna volta,
algú va poder vore-la com un mur inseparable.
L és així, què así estem,
d´entre la inmensitat de la llargària intraçable
i la simpleza d’ un camí que creua
la dolçor
i l’ amargor.

Sé que he afonat les teves onetes de colors
I que la vida es llarga i complexa com per a
resumir-la en uns minuts
o en uns verssos que ni tan sols rimen.
Des de el país dels somnis i
eis sostres de màrmol.
Com la princessa en el torreó
o la potessa habildossa;
des de la nudessa del meu peu
I tal vegada del meu muscle,
m’ atrevisc a afonar els teus antics malsons i desitjos
I crear-te , pot ser, uns nous i menyn eterns.
Así està la llar dels teus verssos i dels meus.
Así estic, jugant a canviar les paraules
amb els peus nous.


Traduccion aqui


Imagen:Internet

jueves, 15 de enero de 2009

Deseos II






Quiero tanto tus manos como tu cuerpo
en una estrechez absoluta de deseos.
Urgencias solares reposan afligidas
sobre el ansia de mi vientre vacío.


Imagen: Internet

miércoles, 14 de enero de 2009

MIMESIS






Existo en el verso.
Soy lo que soy en el espejo
de mi mirada escrita
en donde me muestro totalmente frágil
y desnuda de pieles y máscaras.
Dejé de desear.
Ya no quiero,
ya no quiero mariposas ni alas,
ni mareas ni fuegos que se apagan.
Yo volaba entre los cerezos.
Yo era paloma.
Libre.
Inconsciente de la vida.
Corriente de río inusitada.
Yo era el pájaro en la torre:
Alejandra,
Nerudiana,
Luna amarrada al ombligo de tu estancia.
No hay revelaciones,
no hay sueños que destinen nombre
a lo que no existe.
La desnudez se ajusta a la piel de los enigmas
y los deseos son melodías
en la garganta de las palabras.


Imagen: Internet

lunes, 12 de enero de 2009

Memoria auditiva






No corregir jamás tu nombre
en mi oído palpitante
porque sin nunca nombrarte
navegan en él tus ondas espectrales
como eterna ceremonia mántrica.


Imagen: Internet

domingo, 11 de enero de 2009

Deseos







Un deseo perpetuo

me traspasa

la idea efímera

de tu cuerpo sediento

sobre el cáliz de mi piel.


Imagen: Internet

sábado, 10 de enero de 2009

Figura de un momento






para el aquí y el ahora

para este tenerte entre sombras

para haberte sostenido en la palabra

para el silencio en el que hacemos el amor

con una palabra

en las sombras

en el aquí

y en el ahora.


Imagen: Internet

Haiku del mar






Tambores de arena
Irrumpiéndose lunar
Azul palpita
Fugaz humedad


Imagen: Internet

La verdad en el bosque de las maravillas






El lobo del bosque yace
como las piedras bajo el mar,
ya no puede devorar las palabras
que lo llevan hacia la casa del placer
y el pecado de querer ser quien no es.
En realidad, siempre soñó con ser como Caperucita
– inocente y liviana –
pero hay instintos
que no pueden doblegarse
y cuando la saliva comienza a abundar,
se corroe hasta el más profundo anhelo.
La abuela dice que siempre supo la verdad,
le gustaba el juego de esconderse en el armario
o dejarse atrapar.
Igualmente, al final,
todos fueron devorados por el anhelo y la realidad.
Caperucita ya no camina en el bosque
sin el resguardo policial,
aunque se sigue dejando seducir, a escondidas,
por algún animal;
la abuela, ahora sí
verdadera presa del abandono y el olvido,
espera impacientemente en el umbral de su puerta
lo que nunca llegará,
mientras que el lobo,
en algunas tardes de deseo animal,
extrañamente sigue esforzándose
en intentar ser lo que nunca será:
oveja, abuela o caperucita,
da igual,
no quiere darse cuenta
que la historia ya llegó a su final.


Imagen: Internet

Poética II






Hay un rumor a lilas en el aire.
Es el regreso de los pájaros negros
y las mariposas nocturnas,
metiéndose en las habitaciones destempladas
de la poesía,
pero ni siquiera Cronos, el rey
sabe de lógicas cuantitativas
¿Cuándo será el tiempo, cuándo?
En la casa inmortal del silencio
se secan las lilas como ramitas al sol del desierto
o como las niñas de la medianoche,
tan calladas y pequeñas,
tan sin caminos ni estrellas.

¿Dónde fue, dónde?
Hay un rumor a lilas en el aire,
habita en ellas un suspiro que ensordece
y calle abajo,
un río o una muerte,
un algo que aparece
sin lugar ni tiempo,
sin dónde ni cuándo.


Imagen: Tomada de internet

Poética






¿Quién es la que está dentro?
¿De qué murió la niña feroz y sombría,
nunca vista por el viento ni los ojos de la vida?
Quién habita en sus manos,
espejos de piedras tan sangrantes de nada,
tan heridas de nada, tan nada.
Quién se olvida en su memoria de pájaro enjaulado,
invisible alado.
Niña,
¿de qué sirve el dolor de no ser
y ser la que sufre?
No puedes perpetrar sonrisas.
Siempre vuelve con un volver de navajas y sal,
con un ardiente amor,
milimetrado amor de segundos hacia la eternidad.
Siempre vuelve con púas,
con hierro quemándose al borde de la piel,
como cascabeles dentados haciendo del ruido
un tambor de silencios de dentadura punzante también.
¿Para qué sirve el silencio?
Sólo para hacerlo y romperlo.
No escuchar es silencio. No ver es silencio.
Ausencia es silencio y todos gritan a su alrededor.
La niña ya está muerta
y nunca nadie la vió morir en su muerte,
porque huyó opacada por la brillantez de su poema
y ahora yace, florida y hermosa,
en el desierto de las palabras desconocidas.


Imagen: Tomada de internet

Mariposas Nocturnas I







Flor de pétalos abiertos
bajo el rocío sensual que resbala
por la complicidad de los cuerpos.
¿Es el silencio o solo un gemido?
¿Es la antigua noche
o solo un momento más de oscuridad?


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