sábado, 28 de abril de 2012
LA VIEJA CASA
domingo, 15 de abril de 2012
Liberaré, al fin,
Tanta poesía suelta
Tanta palabra muerta
Tanto pensamiento huido.
Las amarraré
Las reviviré
Los atraparé.
Haré con ellos,
Lo que hace el amor
Con el deseo,
Lo que hace la voz con el silencio,
Lo que hacen las manos con un cuerpo ajeno.
Abriré, al fin,
La jaula de mi pájaro
(el que habita abajo y a la izquierda)
Y haré con él
Lo que hace
El pensamiento huido con la palabra muerta
Lo que hace la palabra muerta con la poesía suelta
Lo que hace la poesía suelta con la poeta inconclusa:
Le escribiré unas alas
Y me tragaré las llaves
De la cárcel de arena
Que construí para retener
Tanto pensamiento huido
Tanta palabra muerta
Y tanta poesía suelta.
Fría la mañana
Frio el roce de los labios
Palabras mudas se enfrían
Como esta mañana
Como esos labios.
Frio el silencio que esgrimes
Con el desierto de tu ausencia.
Fría la imagen grisácea
De tu recuerdo.
Frías son, las suposiciones,
Los pies de mis noches solitarias,
Las manos al alba,
Las miradas de los cientos
De transeúntes que circulan
Por mi vida anónima.
Se enfría la cama
El copulativo sexo.
Nos congelamos en la memoria
Y nos quedamos
-animas inexistentes-
En el pretérito imperfecto
De lo que nunca sucedió.
domingo, 8 de abril de 2012
Un día más para esta herida
y calma esta vida que ya no es mía,
calma a esta muerta que me habita
por capítulos, por días,
que destroza mi valentía,
que no se salva
que no se lanza a su serio destino
(desconocido aún para ella)
Un día más para esta herida
y la sangre perdida terminará
dejando vacíos los espacios
en donde habitaban como fantasmas
los sonidos de tu voz en mi cuerpo.
Un día más para esta herida,
para la reverberancia de tu voz en mi cabeza,
para la pasión de arena
(desértica)
y pisar tierras ajenas
buscando bajo el insomnio de tu ausencia
algún eco de tu voz.