
Lo espero indolente, diciendo una única plegaria, secretísima esfera que se redondea y agiganta en mis manos de infanta florecida, coronada y desnuda ante sus ojos hambrientos de lunas llenas sin menguantes. Lo espero y llega, aúlla, se instala en mi cuerpo, rodean sus colmillos mi cuello, sus garras se apoderan de cualquier voluntad de sobreviviente, me lanza su mirada salvaje y me deja solitaria en medio de los sonidos del amor, entre las humedades y jadeos de la pasión impedida. Deja en mi cuerpo la huella del descalabro; como un huracán devastador, arrasa con mis flores, deshace las coronas y se cuelga a mi plegaria para que vuelva nuevamente a la noche, a los misterios bosquecinos de su mirada, al placer de su cacería, de saberme deseada.
Yo, presa indomable, me entrego a la noche regurgitada, lo espero como se espera a la muerte, recojo flores del césped, me corono de inocente y comienzo otra vez mi plegaria de niña florecida y cosechada, de luna sin menguantes, llena, llenísima de su aliento salvaje en mi espalda.
Imagen: Personal
Esa espera sin angustias, porque la noche las decantó a todas ellas.
ResponderEliminarExcelente post.
Me detengo a leerte y admiro lo que encuentro.
Abrazos.
Alicia
Esperar, siendo presas de la noche indomable
ResponderEliminardel deseo, del extasis de la entrega...
esperar esas noches lobas con el sudor en la piel...
es un vaije increible leerla...
Besos
Lilya
OH, IMPECABLE PLENILUNIO,MI ESTIMADA LA NARRATIVA DE LA PIEL... BELLO TEXTO. UN ABRAZO DE MADRASTRA CON OCIO...
ResponderEliminarQue hermosa entrega. es casi la entrega a un fuego. A algo que consume una parte de uno que siempre vuelve por mas fuego.
ResponderEliminarEn uno de mis blog, hay un personaje que se llama "Lobo". este texto me lo recordó.
Casi que me inspiraste su vuelta.
Que bien hace leer buenas cosas no? Inspira.
Saludos
Que lindo encontrar a A. P. por aca. Me gustó lo que leí. Me inspiró a escribir un poco.
ResponderEliminarTus letras sangran!
Saludos
Lu