A Alejandra
Te extraño Alejandra y a tu centro
entre nombres de muñeca y humana:
cabellos negros, mirada negra;
rostro de porcelana en frío
y el plumaje más fiero para llegar
hasta donde querías,
al centro en donde habitabas.
(Lo más negro de la existencia
entre tus nombres era)
La jaula del mal augurio
secretamente se te abría
en la pesadilla de nombrarte,
de escucharte en tus sonidos de
niña – pájara,
muñeca-poeta-humana
nombres irreconocibles, irreconciliables,
animaciones de ti misma
que sólo en tu lenguaje existían.
(En lo más negro de la palabra serías)
Desde el centro viajaste en tu barco blanco
cortando al viento con silencio de muerte en vida,
hasta encontrarte allá,
en la otra orilla,
en donde las cicatrices que dejó
en tí el amordazado tiempo
de huesos rotos y venas vacías;
rojas estrangulaciones a tus nombres
para cometer el silencio y el poema
entre los que siempre estuviste y estarás tú,
Alejandra.
WOW!!! Impresionante!!1 Lo amé...
ResponderEliminarCreo que tus letras la tienen retratada, un placer.
BESO!