sin saber que estabas
tan adentro mío y más allá
de todo y de nada."
Un ramito de flores violáceas
para recibirte en mi cuerpo.
Abro la boca sólo para apaciguar
tus deseos de hombre estratega,
capitán y navegante
cuyo único norte es la luz de luna.
En ese sueño, en esa vida
partes prófugo del silencio.
Partes y te pierdes,
te proteges
en el inmenso atlántico,
mi Ulises naufrago.
Nunca supe cómo retenerte,
nunca supe cómo estrechar los brazos
y mis palabras
alrededor de tu corazón
y siempre terminas yéndote
en los sueños y en las vidas.
Pero, en ésta te me
apareces en visiones
y en ellas veo tus
ojos, siento tus manos
y aún me haces estremecer de miedo,
de ganas de más momentos,
de echarle un vistazo al futuro,
junto a ti, junto a ti.
Quiero hacerme océano en tus ojos,
quiero soñar todos los sueños,
vivir juntas todas las vidas
para tenerte en esta y esperarte,
como siempre,
con un ramito de flores violáceas
y hacernos amor de distancia y de re-encuentros
en el alma y en el cuerpo.
Quiero seguir en este sueño,
tener la boca y los ojos bien cerrados
y sólo sentirte en el
centro de mi pecho
como dolor de estaca madura permanente
y de saberte ajeno cuando muera
o cuando despierte.
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